Los equipos de protección individual (EPI) son la primera línea de defensa frente a los riesgos laborales. Cascos, arneses, guantes, calzado de seguridad, gafas o líneas de vida están diseñados para protegernos… siempre y cuando estén en buen estado.
Un EPI deteriorado o caducado puede generar una falsa sensación de seguridad y convertirse en un riesgo en lugar de una protección.
¿Por qué son tan importantes las revisiones?
- Garantizan la seguridad real: un arnés con costuras dañadas o un casco con fisuras puede fallar en el momento más crítico.
- Cumplimiento legal: la normativa (como el RD 773/1997 en España y estándares europeos como EN 365) obliga a que los EPI se mantengan en condiciones seguras mediante inspecciones periódicas.
- Aumentan la vida útil del equipo: un buen mantenimiento y revisión detecta problemas a tiempo y evita el desgaste prematuro.
- Previenen accidentes graves: muchas caídas y lesiones se deben a fallos en equipos que no habían sido revisados.
Tipos de revisiones de EPI
- Revisión antes de cada uso
- A cargo del propio trabajador.
- Incluye comprobar hebillas, costuras, conectores, cierres, estado del casco, etc.
- Revisión periódica
- Realizada por personal competente o servicio técnico autorizado.
- Generalmente se recomienda al menos una vez al año (o con mayor frecuencia en condiciones de uso intensivo).
- Revisión extraordinaria
- Tras un accidente, caída o cuando el equipo ha estado expuesto a condiciones extremas (productos químicos, calor, etc.).
Consejos prácticos
- Guarda siempre los EPI en lugares secos, alejados de la luz solar directa y productos corrosivos.
- Registra cada revisión en una ficha de control, indicando fecha y persona responsable.
- Sustituye inmediatamente cualquier EPI con daños visibles o caducado.
- Asegúrate de que las revisiones periódicas las realice un técnico cualificado y con experiencia.
Conclusión
Los EPI son una inversión en seguridad, pero solo cumplen su función si se revisan y mantienen adecuadamente. Un minuto dedicado a comprobarlos puede evitar un accidente irreversible.
Recuerda: el mejor EPI es el que está en perfecto estado cuando lo necesitas.
